Mi lista de blogs
lunes, 13 de diciembre de 2010
Yo no hago otra cosa más que perderme en tus ojos ligeros que me bautizan con el nombre de "Madre"... Quisiera agotar el dolor que cae como una gotera en el techo de tu cuarto, cada manchita de lágrima en tu rostro, así, encogido como un niño mendigo de madrugada. Como un corazón que sabe que debe estallar: arteria, sangre y amor. A nadie le creo de los monstruos tanto como a ti.
Como vez, amada ave color ocre, entrego mis dedos, mis córneas, entrego mi calma y el grito en el que logro babear pesadillas, te entrego ante todo este público que me observa ensanchando la boca, mi muerte tiesa, quemada..
Yorela B.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Es la última avenida.
¿Viste? Cruzamos con todo y esas manos que se estiraban por alcanzar nuestra piel. ¡Qué infinito te mirabas hoy! Y todo tú cubierto de la ligera sombra de mi cabello…
Tú sabes el secreto: hemos guardado nuestros labios para las avenidas pero las hojas nos cubren la boca ¡Hojas que poseen la soltura de nuestros labios!
Yo, como un dibujo en el espacio de tu casa, que es como una cueva cubierta de humo donde el frío queda bien para dos cuerpos que juran hambre. ¿No gustas beber el cielo de un copetón? Ya no se bebe, dices, se pasa el dedo por las nubes y se chupa como caramelo duro. Tú sabes, sabes el secreto que se enreda en cada una de mis vertebras. El que queda entre mis dientes como un buen trozo de carne. Ahora el Invierno, el Invierno cae, nos golpea de nuevo una vez más un año menos para ti uno más para mí y tengo hambre ¿qué más da?, quiero el hueco perfecto entre mi cabeza y tu hombro , tengo hambre como si me hiciera enorme y pudiera comerme el asfalto y nadie gritara de miedo al verme de tu mano. Una gigante de yeso y un hombre de madera.
Y aquél Otoño, no olvido el tiempo de esparcimiento, el modo en que eres como un espejo empañado; tu boca dibujada como en un papel y acuarela, escurrida inocencia que aún guardas bajo la axila, ahí queda todo el calor, cuando nos encojemos de hombros y sabemos que debe terminar la ausencia, comemos uno del otro y corremos a casa riendo una canción. Amando la última esquina.
Yorela B.
jueves, 28 de octubre de 2010
Solsticio
Soberbia dulce que cae de tus hombros
sábado, 9 de octubre de 2010
Decidida a atacar después de 11 veces de silencio… Tengo un disparo de luz roja para tus ojos, mis labios abiertos, listos para la ansiedad, hoscos de tanta ciudad. Cúbrelos. Una habitación donde el amarillo atraviese y cicatrice las paredes, un aire denso de humedad y besos que saben a lentitud profunda, suave melancolía pastosa, bocas que saben todas las palabras del mundo en voces que caen como cristales en el suelo desde una gran altura y se encierran en los patios para no salir jamás
La sangre a mi disposición; mis dedos se derriten al acercarse a tu espalda, se escurren entre la cama y el suelo y regresan justo a penetrar en las cañerías de mis huesos, gritan cielo, gritan una caída desde tus hombros tensos, tremendas sombras rabiosas, nada de piel, nada de linfa, sólo pelo y las estelas que cubren nuestro paso desnudo, convexos movimientos, amorfos brazos y mar entre los dientes… una pequeña manzana entre los muslos oxidada, plenitud esperando desde hace años tu última mordida.
Yorela B.
8-oct-10
viernes, 17 de septiembre de 2010
Ramas.. raíces... lodo
Fragmento Nina. " Capítulo I
¿Nina? Nina, despierta… ¡Nina!
Nina estaba con una frazada de papel aromatizado a lluvia, en una banqueta del parquecito “Los milagros”.
Despertó con la vista de humo y sus manos le dolían, la costilla derecha le palpitaba y sentía un hueco donde entraba agua.
La piel parecía haber absorbido la humedad de la banca de concreto.
Concreto mojado… siempre le había gustado lo mojado por el color que le daba a las cosas. La ropa se volvía de un tono más intenso, las piedras, el suelo, las ventanas y la piel.
Nina después de abrir los ojos de golpe de aire, volteó para buscar la persona que le había despertado a las 10 de la mañana en punto.
¿Diez de la mañana? ¿Cómo sabía que eran las diez de la mañana?
¿Cómo estaba tan segura de estar en el parque de Los milagros?
Se levantó por fin de la banca; “barco”, pensó en ese instante al ver el charco de agua a su lado… el piso estaba cubierto de las secuelas de las flores mojadas.
Ella temblaba de frío y sentía cómo se le colaba el aire por la espalda, como punzando sus vertebras… Olía bien...
Buscó los 10 pesos que había encontrado ayer mientras leía en el metro.
El metro siempre era bueno para leer. Le hacia pensar que todos estaban tras de ella leyendo y ella leía para todos, con solo mover los labios y sonreír.
Alguna vez se tiró al pasillo del metro a leer… sus pelos castaños (de astilla, como ella decía) se regaron en el vagón… Y ahí, sí que se sintió observada, era bueno, ahora si le ponían atención a uno de esos cuentitos de noche. Le arrojaron dinero y ella se levantó y se fue, dejando las monedas regadas…Excepto por una moneda de cinco que brillaba mucho.
_Café americano. Le salió la voz ronca.
La cafetería era uno de esos lugares que nadie puede dejar pasar, la verdad, habían muy pocas donde ella vivía, y para llegar a una verdaderamente concurrida, debía tomar un bus hasta Monarca, lugar que, después de todo, le encantaba.
La mesa le reflejaba la cara… parecía un lugar limpio y sus pies se sentían asustados, se arrugaban como si alguien estuviese haciéndoles cosquillas, primero estaban fríos y ahora el calor de la cafetería le enrollaba los pies.
El dueño limpiaba las tazas, su boca parecía dibujada, como una “n” y su papada brillaba, a Nina le gustó y sonrió dentro de la taza…
Imaginó como llegaba a casa el hombre “n”: Besaba a su esposa, con el todavía olor a café, y miraba el retrato de su madre muerta. Ella le cocinaba panes y papá hacia el café, él siempre se quemaba la lengua, eso era lo delicioso de la noche… después de ese recuerdo suspiraba y miraba al techo, besaba a su esposa y apagaba las luces… era entonces cuando su boca se hacia más “n”.
Luego llegó una muchachita, parecía arrastrar bolsas y bolsas pesadas, pero solo eran sus pies…
_Un chocolate frío.
Pidió con voz baja pero exigente. Pagó, se bajó la falda que tenía enrollada en la pierna, se acomodó el cabello y bebió, Nina escuchaba la respiración dentro del vaso. Como de un niño sediento.
Nina bebió los asientos del café y le miró los pies… imaginándolos como bolsas.
Luego se dio cuenta que la niña pies de bolsas la miraba iracunda.
_ Hola.-dijo Nina casi sonriendo, casi sin poder dejar de ver los pies de bolsas.
La niña pies de bolsas se volteó y salió de la cafetería. Nina pagó y le siguió.
Casi sentía tocarle el hombro cuando escuchó a lo lejos su nombre gritón:
_ ¡Nina! ¡Por fin te encuentro, hermanita! ¿Tienes fiebre? ¡Estás temblando!
(Pero era de emoción, te lo juro)
_ Estoy feliz de verte. ¿Vamos por una sopa caliente? Y no, creo que no hay fiebre.
Parecía que todo volvería a la normalidad. Una o dos noches Nina había dormido en la calle… había adoptado esa costumbre cuando una vez se quedó dormida en una banqueta, estaba ebria.
Nina vivía en casa de su hermana. O ambas vivían juntas o su hermana vivía en casa de Nina… Se sentaban a pensar eso de noche.
Esta noche no fue así.
domingo, 12 de septiembre de 2010
Carta a "Satanás"
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Catarina.
No estoy buscando
tampoco esperando que de tu rostro caiga la lluvia
como siempre esperé de otras damas que se robaron mi cabeza
Yo no sabía que de tu boca saldría tanta dulzura como la de una mujer de pueblo
que jamás había olisqueando las flores de ciudad
Eres como aire de invierno acariciando los cabellos
de la gente, dejando esbozos parecidos a hematomas en mi piel
la pureza con manchas oxidadas
el beso de un padre
Y yo
tan urgente de una sombra delicada con olor a canela
me desquito recorriendo con los ojos que me quedan
tan solo la mitad de tu rostro
eso es por que me detengo entre tu cuello y tus manos
hago un suspiro entre cada línea y la memorizo
por si algún día
cierto día
pueda borrarlas con solo emitir un sonido a tu oído
colorear tu sonrisa de ocre café nocturno
Usar tu par de piernas de canario que suben sin cansarse
tomarlas por sorpresa para no dejarme llevar por la corriente
Voy a mostrarte cómo las mujeres
se pintan el alma antes de mirarse al espejo
Veras qué distinta es tu boca mal dibujada al contacto con la mía
Te enseñaré a sentarte a la orilla de la cama
para que veas la delicia de la oscuridad
Podrás ver tu cuerpo adherido al mío sin tener que salir de tu casa
ni preocuparte por llorar nueve meses después o diez días antes
Pero
he olvidado decir que si bien podría encerrar el cielo raso en tu habitación
no he podido borrar la tinta roja que te cubre
siendo que yo ya te estaba cubriendo de azul...
viernes, 13 de agosto de 2010
La calle
viernes, 6 de agosto de 2010
miércoles, 28 de julio de 2010
Fragmento Nina. "
martes, 20 de julio de 2010
Eterno
Ya te veo ahí sentado, arrugado, en aquella silla
pegando los labios al muro, ritual que se debe a tu cautela de perderte en la noche
Y aunque mis pasos sean cortos y la calle esté profundamente somnolienta,
ante todo este escándalo de palpitaciones y vibraciones musculares
seguro me dejarán gritar tu nombre
Tú, tan atormentado por los prismas de la calle
y las bocas tan negras
reflejos de madrugada en las que el aire es menos denso
y en las sienes se siente una constipación maravillosa, sangre y luminosidad
déjame llevarte en la espalda como a un hermano muerto
darte un poco del agua que incendia la boca
Yo te voy a llevar a un sitio de enormes frutos abiertos
humedecidos
sin dentaduras
lenguas gatunas
destellos violáceos que te suavicen las pupilas
destinos salados sin mar, ni cielo
sólo tierra fría y negra
muros de sal que son como espaldas
para ti el golpe con mi rostro
las marcas de mi adolescencia
en tu tibia guarida penetrada por ti mismo
te han escrito versos en el cuerpo, pero ninguno te ha puesto
el que con mi boca te he sellado
que con el nudo perfecto hemos jurado darnos el mar sin necesidad de la tinta
que con los fragmentos de sueño,parecen disipar entre la neblina de pensamientos
enmarañados en tu cabeza, grises, limpios como niños.
Y aquí, ausentes de vida, amamos el silencio que queda entre las bocas
como gitanos ciegos bebiéndose la Luna
miércoles, 14 de julio de 2010
Pasos, pasillos.
viernes, 2 de julio de 2010
El último canto.
sábado, 26 de junio de 2010
espigas
La cama eterna cubierta de huellas azuladas
lunes, 7 de junio de 2010
plus ultra...
jueves, 27 de mayo de 2010
Pero ese no era el recuerdo realmente, era un pedacito para ayudar a recordar… el recuerdo era… Por que Estela se sentía de nuevo con las faldas de colegiales y la cola de caballo y los frenillos. Aquella tarde que llovía y las faldas iban al aire, pero también se pegaban a las rodillas brillantes. El empujón al muro del edificio C y las señoras corriendo con bolsas llenas de legumbres y los perros temblando y los niños en charcos.
Ese fue un beso de cine americano, por que las gotas se les metían por la boca y les resbalaban por los dientes y Nina no ha comido, y son las cinco de la tarde, déjame ir … tengo examen mañana.
_ Deja te miro la carita.
Es que Rulo se parece tanto al beso americano
Después de soltarle la cara que había atrapado con las uñas, le miró con los ojos en plato y el cuchillo salió de la boca.
_ Vete.
_ Pero… ¿Estás bien?
Y lo sacó a empujones de la casa y Nina miraba desde la recámara, con la puerta entre abierta, mordiéndose las uñas.
domingo, 16 de mayo de 2010
Sales
Como el mismo aire que va recorriendo tu sudor
Con las mismas sombras que perseguí tras tu vuelco en las sábanas
Tras las mismas risas que pusiste en mis piernas
Antenas que buscan tu mórbida boca
¿Te gusta gritar mi nombre en el tuyo?
Ocultarlo del ruido que nos arranca las orejas, las narices
Y entre tanto lago y tanto mar purpúreo
Voy amando tu palabra casi trémula entre susurros
Cada día extraño más tus secretos
Extraño ése momento en que lloras, y te vuelves la princesa endemoniada
Una excéntrica que los dioses matan a cada segundo
Sentenciándose conmigo
A besar mis hombros
Sangrarles sin mí.
Ojalá pudiera yo sacarte de aquella espuma de risas
De tu baba que se escurre por tu barriga blanca
¡Blanca pesadilla! Caracol suave que chorrea en la boca de sal.
Ojalá puedas seguir siendo piedra y vidrio pulverizado con la lengua
Por que pienso seguir
Bebiendo todas las bestias de tu vientre
Y dejarme llevar por tu extravío de mares vomitados
Llévame fuera de mi sangre
Y haz el amor con mis desechos
sábado, 15 de mayo de 2010
Inicia la tarde en tu boca
Temible
Llena de cuentos viejos
Tierra de hombres desahuciados
Y yo quiero seguir buscándome en tu oscuro secreto
Buscar el sitio, el vergel más cubierto de mi humedad
Para que me lleves cerca del cuarto de tu muerte y me encierres
En una palabra
En un olor a sudor de infante
Voy a dejar que te lleves toda mi piel
Que te comas todas mis vertebras
hasta llegar a un mundo con bloques salados y ásperos
mientras podríamos empezar a vivir en la punta de los árboles
y que la gente suba la mirada al cielo
y nos ladren y hagan fiesta al vernos besar
esperar la madrugada fría
y hacer como parásitos
tanto desgarro
tanto llanto
tanta risa
que me deja pedir de más a tus manos
y el humo entre tus palabras necias
tremulas como tus dedos
mañanitas
rojas como tus mejillas
como la piel al descubierto
carne quemada
negra y de noche
Ojalá toda la vida sea este día.
domingo, 9 de mayo de 2010
jueves, 6 de mayo de 2010
Sofocante
viernes, 23 de abril de 2010
algunas personas nos miran....
martes, 13 de abril de 2010
viernes, 2 de abril de 2010
Abril
miércoles, 24 de marzo de 2010
Azotea
miércoles, 17 de marzo de 2010
Fragmento Nina.
La noche en el cuarto había transcurrido (quizás no) lenta y dolorosa (quiero decir que quizás no transcurrió). Como una especie de ósmosis, se dijo Nina intentando ser escuchada por los muros y la ventana abierta por donde todos los ruidos o mosquitos entraban y huían.
Y el humo de cigarro le escurría en los ojos, como si lo único que hiciera dentro del cuarto fuera absorberle las… “Por que no puede el cuarto absorberme a mí, llevarse todas estas palpitaciones y esta hambre”…palabras inconexas y darle palmaditas en la espalda para que resistiera. ¿A qué? Se decía Nina mientras habría la puerta del baño, la rendijita que le dejaba ver en inodoro iluminado por la luna, o el farol de la calle que por fin encendía después de pasar tantas noches a oscuras en la calle con Rulo y tocar su nuca y decirle que su pito jamás estaría duro, y que por eso le gustaba estar con él, que no le daba miedo aquella rudeza, aquél sonido eufórico.
Y Rulo casi alegre se deja acariciar buscando alguna pulsión en su boca, buscando mi falda, buscando con el dedo aquél tic tac palpitante entre mis piernas. Ya no más… Ya no más por hoy. Ésta noche se va quedando ajena y no sé dónde estás, ni tú sabes y quizás no te importa o te importa demasiado y lloras como ese día que te dije que nunca seríamos los amantes perfectos y tu estabas tan mareado entre todo ese olor de whisky y mi voz ahogada y atorada que suena como de gallina, tú con tu voz de cigarro y tus manos tan sucias, ¡tan tremendamente sucias entre mis piernas! Me gritabas, me escupías tu miedo y me arrancaste la blusa y yo gritaba pidiéndole auxilio a las nubes nocturnas, auxilio a mi más profunda respuesta ciega de tus peticiones más oscuras.
Las más oscuras...
Fragmento de "Nina"
Yorela B.
lunes, 15 de marzo de 2010
augurio
Yorela B.
viernes, 12 de marzo de 2010
jueves, 4 de marzo de 2010
3:32
en esta caja que huele a saliva y piel recién bañada.
Me he quitado la bufanda para cubrirme la cara
de tus imágenes y a pesar de la penumbra del sitio
de los sonidos
y la agitación mental
desearía que hubiesen mucha más oscuridad en éste preciso momento.
Me he soltado el cabello (casi como nos gusta morir) dejándolo caer de golpe
como si así pudiese sacarme de la parietal tu risa disminuida, casi un eco dulce
Ahora mismo aprieto los muslos
y estrujo mis piernas contra mi pecho
mi forma fetal
como si la caja estuviese quitándome el espacio
como si todas nuestras palabras regresaran desde muy lejos
para picarme las costillas
la nuca (¡Y saltar!)
apretando contra la esquina, emparedando
casi extasiada del recuerdo
de las manos
de tus labios gruesos cubriendo mi silencio
tapándolo bien
cuidándome de cosas que no existen
sentía crujir mis huesos
sentía tus brazos suaves y pesados
tu respiración a punto de colapsar en un zumbido
la mía contenida
esperando a que mi mandíbula cayera al suelo y escucharas un hueco "Te amo"
al buscar tu lengua
al buscar tu mano
tus suaves manos en mis senos
rompiéndolos con la delicadeza de un crío mamando
buscando algún final
que lo deje más extasiado que la leche materna
El sueño va a triturar mi recuerdo
dejando mis tibios labios en tu cuello
chillando, suspirando
¡no! más bien gritando
¡Abre la maldita caja,llévame
y rompe de nuevo mis costillas!
sábado, 20 de febrero de 2010
Hoy debe llover.
Seguramente es el ocaso o
Mi cabello aún adherido a la almohada…
Pero…
Estaba pensando en una hoja cubierta de tinta, un suburbio inundado
Estaba pensando en salir a pisar las mismas calles
Y redoblar a la izquierda para comprar espejos,
Tiempo,
Gente
, que la lluvia salpicara mis anteojos
Que la ciudad me invadiera de peste y retumbos
Que la monotonía de vivir al mismo tiempo de morir,
Remozara en un zumbido agudo
Que me dejase tirada en las banquetas, suave, feliz… convencida
Y que los zapatos de la gente se lo llevasen todo
Las niñitas me sembraran flores
Los perros me bendijesen con sus orines
Que los autos, así como lo hombres, me llevaran a ningún lugar.
Ojalá las piedras rompan mis ventanas y que
Una multitud atisbe por las cerraduras; desesperados, hambrientos de verme caer por las escaleras, romperme el motivo de seguir adherida a la almohada.
Debería hacerlo
Arrojarme un día en la avenida
Detener los autos, soldados, niñas violentas
Detener sus lenguas
Sus cuerpos sudorosos
Vengarme de la nada.
Elaborar la explosión de mis sienes y dejarme escurrir en sus pies
Que me relaman, que me escupan en los sumideros, que sigan el juego de volver a nacer en el día o la noche… Algún momento efímero de sus vidas, algún choque local, un silencio en sus bocas chuecas y mi risa entonada desde la coladera.
Yorela B.