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miércoles, 6 de noviembre de 2013

El rostro lo cubre con las cenizas que deja caer de su mano
la sonrisa se le ha caído ya tantas veces; la he recogido del suelo,
la he saboreado
...
¿A caso deberé dejarla en el tizne amarillo de su olvido?
Ayer el verso era azorado y náutico 
hoy sucumbe entre el fango
¡Vengan, escuchen lo que me ha fascinado! ¡Sólo su imagen retiene mi sueño! 
El camino de sus labios se abría y de pronto entre sus laderas se asomaba su lengua para empujar la sonrisa, toda ella me curaba el cuerpo, me cantaba besos confundidos. 
¡Finalmente, sus ojos enterraban la noche en mi mirada y cuando ya desfallecía, ebria y cantora, le susurré ¡oh, tímida corola! un nimio beso en la mejilla!

Disculpa

Mientras la dulce embriaguez me invadía
tu recuerdo se hacía cada vez más amable
recordé la risa y los apretones de mano
los labios a punto del encuentro postergado
Hoy me disculpo por los llantos
la irremediable desolación
la innecesaria desilusión
y me remito sólo a tu cálida mano
que en algún momento 
acarició mi amor desenfadado. 

martes, 29 de octubre de 2013

Serpiente

El frío comienza a arañar mis mejillas.
Un cielo está a punto de caerme, colmarme
y yo no hago otra cosa que buscarte una flor.
La busco entre la penumbra con las manos escarchadas.

La soledad me aborda cuando tu mano se despide temblando
Trepa como una hermosa serpiente gélida y purpúrea
¡Y yo la siento asirse de mis muslos, estrujarlos dulcemente!
También ella busca una flor en la penumbra humedecida. 

-Y.B

sábado, 14 de septiembre de 2013

A L.R

¿Cómo pude olvidar lo que me dabas?
De tus palabras surgían demonios níveos
Cálidos y clementes,  que amordazaban
¡Me distraje por la flor veraniega, la amapola empapada!
Pero  hoy el arroyo de tu recuerdo me baña;
Lavo mis brazos en la calma triste que me ofrece,
Lavo la ensenada  del vientre bullicioso,
Lavo los hombros que despedirás con besos,
Lavo los livianos, inocuos  y sosegados senos
Bebo de tu nombre que me incendia en el cuello
 y pienso,  muy fatigada:

¡Me distrajo la flor veraniega, la amapola empapada!

sábado, 7 de septiembre de 2013

Canto matinal

Quiero que nazca la flor de su montura

Que se abra necia, voraz e inevitable 

Que el vellón de sus brazos la cubra

Y que la deje tibia e indomable

Que su barba bellida se urda

En el abismo de  la espesura

Que de juerga se cubra esa breña

Y que el  desvarío la bañe, de lechosa ventura. 

Yorela B


martes, 3 de septiembre de 2013

Me advirtió con cínica risa...

 Me advirtió con cínica risa
que si quedaba enamorada
perecería bajo sus huellas
y yo seguí el esbozo de su ruta
ensoñé su vana alegría
el lirio helado de su pecho.
Insistí en aliviar el miedo de su paso
y bajo él quedé, tal y como lo predijo
¡Advertida estaba ya!
la demora de su voz
la noche postergada
me lo gritaban en lo abrupto
¡Ay!
Irremediable su presencia
insostenible su recuerdo
¿Cómo olvidar de su enigma?
No sé por qué ahora
súbitamente también río;
lánguida, tenue, desencantada.


Yorela B.

domingo, 21 de julio de 2013

El cielo,la mar y el escampe


El fantasma que cubre el mar entero
lo baña de una tersa neblina
golpea su impostergable anhelo
el ansia se ha vuelto un escaramujo que tiembla entre sus piernas
y así, abierta la noche se introduce
en una brizna que descubre toda su carnosidad de ámbar
Un arrullo lejano que no alcanza la sombra que se oculta bajo los árboles
y el cielo habla de nocturnos recuerdos
de penas se despoja
y semi desnudo se deja acariciar por la madrugada
se lesiona, raso, infantil y enamorado
Lengua de mariposa
en su hendidura
¡dulce envenenamiento!
¡Qué grato estaba en el fulgor de su mañana!
El mar le escueza las heridas
gime y rompe en lluvia
se lavan las rocas
se entibian el carey
y la escampada descansa al fin
de aquél amor
de amor, por fortuna..


Yorela B.

Cristina


Muda su boca se erizaba en mi mejilla 
muchacha roja, blanca espesura
taiga que mis manos hiela, 
dame otra vez de tu risa 
Jamás en tus brazos me he hallado
 no sé de tus límpidos cantos
 ni de tu aroma de violeta entreabierta 

No conozco la sombra de tus senos
ni el movimiento del amor que te condena
Sólo hoy recuerdo los largos ríos que nacían de tu cabeza
la llanura de tu pecho agitándose y la mirada perdida entre las tinieblas
la brisa de tus palabras necias y los versos de tus manos ciegas

Sólo conozco el rostro joven,la cándida manzana donde las mejillas se admiran 
la voz de niña que busca el juego y las caricias
sólo en un sueño de estelas marinas
 podré encontrarme con el beso en tu sonrisa.

Yorela B.

martes, 5 de febrero de 2013


Porque eres tan triste necesito el juego de tus manos
Acariciar esa tristeza y caer en esa breña
Llenarme la garganta del tierno musgo
¿Escuchas mi canto?
¡No despiertes!
Siente las dunas de mi sombra
Y llévatela lejos
Huye y se valiente
Cuéntale del sueño de la noche coral
De los secretos de la palabra inmatura
Y déjame a mí, cansada entre las esquinas
Abierta y roja entre lo oscuro de tu llanto
Se cuidarlo y también beberlo
Y aunque envenenada me ahogue
¡Incruento encanto sin sombra!
Ebria de nostalgia tendré que matar el último encuentro
Y si acaso se te posara en los labios
La cadencia de esta flor ruborizada  y embelesada
Rechaza su clemente soledad
Y así
Ambos,  los solitarios, irán de la mano
Entonces, se callado
se el desvarío de mi tiempo
¿Escucharás mi canto?
Y si no, ¿La lejanía de su eco?



viernes, 11 de enero de 2013

Laja de Kichou



Encuentro en la  manzana de su mejilla
Una pequeña brecha avergonzada 
Aproximo la noche con mi mano
Hacia aquella pincelada
Y la ensucio de un rojo escarlata
Con la  huella de mi pulgar amancillado
Es la tintura de mis labios
La que ha marcado su rostro
Como la carta de un amante chino

Y el olor triste de su risa
Se endulza con mi boca
Ahora la tinta chorrea en mi pecho
Sus penas caen, ruedan por mis senos
Y no hay nada más
Solo el arranque del encuentro
El canto adormilado
El incienso de su boca



Yorela B.