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jueves, 27 de mayo de 2010

Pero Estela ni siquiera escuchaba el tintineo de la olla de café, estaba en uno de esos recuerdos que le vuelven a la mente cuando se para exactamente en la loseta número 13, la había contado una noche de insomnio por que era importante, por qué era importante. Es que allí Nina había hecho su tarea de secundaria, química y unos ácidos que le quemaron la falda y tuvo que usar un parche toda la semana, “me gusta, se ve de vagabundo”

Pero ese no era el recuerdo realmente, era un pedacito para ayudar a recordar… el recuerdo era… Por que Estela se sentía de nuevo con las faldas de colegiales y la cola de caballo y los frenillos. Aquella tarde que llovía y las faldas iban al aire, pero también se pegaban a las rodillas brillantes. El empujón al muro del edificio C y las señoras corriendo con bolsas llenas de legumbres y los perros temblando y los niños en charcos.
Ese fue un beso de cine americano, por que las gotas se les metían por la boca y les resbalaban por los dientes y Nina no ha comido, y son las cinco de la tarde, déjame ir … tengo examen mañana.

_ Deja te miro la carita.
Es que Rulo se parece tanto al beso americano

Después de soltarle la cara que había atrapado con las uñas, le miró con los ojos en plato y el cuchillo salió de la boca.
_ Vete.
_ Pero… ¿Estás bien?
Y lo sacó a empujones de la casa y Nina miraba desde la recámara, con la puerta entre abierta, mordiéndose las uñas.

domingo, 16 de mayo de 2010

Sales


Como el mismo aire que va recorriendo tu sudor

Con las mismas sombras que perseguí tras tu vuelco en las sábanas

Tras las mismas risas que pusiste en mis piernas

Antenas que buscan tu mórbida boca

¿Te gusta gritar mi nombre en el tuyo?

Ocultarlo del ruido que nos arranca las orejas, las narices

Y entre tanto lago y tanto mar purpúreo

Voy amando tu palabra casi trémula entre susurros

Cada día extraño más tus secretos

Extraño ése momento en que lloras, y te vuelves la princesa endemoniada

Una excéntrica que los dioses matan a cada segundo

Sentenciándose conmigo

A besar mis hombros

Sangrarles sin mí.

Ojalá pudiera yo sacarte de aquella espuma de risas

De tu baba que se escurre por tu barriga blanca

¡Blanca pesadilla! Caracol suave que chorrea en la boca de sal.

Ojalá puedas seguir siendo piedra y vidrio pulverizado con la lengua

Por que pienso seguir

Bebiendo todas las bestias de tu vientre

Y dejarme llevar por tu extravío de mares vomitados

Llévame fuera de mi sangre

Y haz el amor con mis desechos

sábado, 15 de mayo de 2010

Inicia la tarde en tu boca

Temible

Llena de cuentos viejos

Tierra de hombres desahuciados

Y yo quiero seguir buscándome en tu oscuro secreto

Buscar el sitio, el vergel más cubierto de mi humedad

Para que me lleves cerca del cuarto de tu muerte y me encierres

En una palabra

En un olor a sudor de infante

Voy a dejar que te lleves toda mi piel

Que te comas todas mis vertebras

hasta llegar a un mundo con bloques salados y ásperos

mientras podríamos empezar a vivir en la punta de los árboles

y que la gente suba la mirada al cielo

y nos ladren y hagan fiesta al vernos besar

esperar la madrugada fría

y hacer como parásitos

tanto desgarro

tanto llanto

tanta risa

que me deja pedir de más a tus manos

y el humo entre tus palabras necias

tremulas como tus dedos

mañanitas

rojas como tus mejillas

como la piel al descubierto

carne quemada

negra y de noche

Ojalá toda la vida sea este día.

domingo, 9 de mayo de 2010

Cómo me duelen los ojos después de recorrer tus labios
la noche se encierra en ellos
te la bebes toda como si fuese elixir de vida
y tienen un brillo monstruoso
casi diabólico y deforme

El frío también atiza mis ojos
y entre más me ciegan las manos que salen bajo de la cama
más extraño enterrarte vivo entre mis dientes

Pido clemencia absoluta para todas aquellas miradas
que sangran por romperte la camisa
y borrar todos los caminos de tu sonrisa que mueren en mi boca
tan unida
incluso barnizada
al beso
a los senos

Siempre dulce, efímero encuentro
que resbala de la baba del mundo
y recorre por fin
al fin
tu sombra
sin nuevos avisos,
si no frases
palabras que nos gritan al oído
por las noches
cuando estoy sola y estás tú también
y la carne nos llama lejos
se levanta la piel a andar
por las calles ya va como una loca ciega y
sin cuerpo


se encuentran

y se hacen en la calle, muriendo al final
en un charco de agua...

Yorela B.

jueves, 6 de mayo de 2010

Sofocante

Sofocante
silencio tremendo de ya no los labios
ya no de la boca
ni los dientes
ni de tus ojos
besos salados, tierra
piedras en la lengua

Yo quiero quedarme en el jardín
fresco de tu boca enorme
suave
frágil
cuando me mencionas
y dices que te da hambre
y gritas canciones con las aves
y yo te tomo con la mente
e imagino que fácil es penetrar tu piel con mi piel
nunca te dejo
aunque huyas
o te escondas bajo las sombras de tu casa
Yo suelo esconderme de tus palabras
admito que cuando dices
bésame
y volteas a ver al cielo
yo no sé a quién besar
ni a quién contarle de ti
o de mi sin tí
que ya es como Eterno
como tus piernas
que ya no logro ver
ni sé cuando dejé de sentirlas
olerlas
en todas las calles
en todos los patios grises
en todos los cuartos incandescentes

Yorela B.