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miércoles, 24 de marzo de 2010

Azotea

Voy mordiendo el pasto, la tierra que se queda en mis muelas
voy absorbiendo el hedor de la gente
arrancándoles las palabras
la risa de ella
la voz de él
el silencio de los cuellos al aire, al sol
las miles de banquetas calientes y atropelladas
cunas de mierda y vagabundos
quisiera subirme a las nubes
o por lo menos al techo de mi casa
e invitar a todos a hacer lo mismo
contarnos historias de sal y sangre
quiero después, absurdamente
caminar por las calles
pergarme a los muros, a las ventanas
como una mosca terca, desesperada
debo huir de mi propio suicidio
debo dejar de morderme las uñas
chuparme los dedos
oler el suave aroma del cabello de las colegialas
dejar de mandar besos a los viejos sin esperanzas
abrazar a mi madre aunque su cuerpo este lleno de púas
hacer ejercicio y llorar menos
leer sobre las monarquías
menos silencio y más orales
más besos y menos flores con raíces
la vida está muerta por fin
el sueño inagotable
y todos
aquí arriba
queremos saltar de nuestros techos
nomas para ver qué pasa...
Yorela B.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Fragmento Nina.

La noche en el cuarto había transcurrido (quizás no) lenta y dolorosa (quiero decir que quizás no transcurrió). Como una especie de ósmosis, se dijo Nina intentando ser escuchada por los muros y la ventana abierta por donde todos los ruidos o mosquitos entraban y huían.

Y el humo de cigarro le escurría en los ojos, como si lo único que hiciera dentro del cuarto fuera absorberle las… “Por que no puede el cuarto absorberme a mí, llevarse todas estas palpitaciones y esta hambre”…palabras inconexas y darle palmaditas en la espalda para que resistiera. ¿A qué? Se decía Nina mientras habría la puerta del baño, la rendijita que le dejaba ver en inodoro iluminado por la luna, o el farol de la calle que por fin encendía después de pasar tantas noches a oscuras en la calle con Rulo y tocar su nuca y decirle que su pito jamás estaría duro, y que por eso le gustaba estar con él, que no le daba miedo aquella rudeza, aquél sonido eufórico.

Y Rulo casi alegre se deja acariciar buscando alguna pulsión en su boca, buscando mi falda, buscando con el dedo aquél tic tac palpitante entre mis piernas. Ya no más… Ya no más por hoy. Ésta noche se va quedando ajena y no sé dónde estás, ni tú sabes y quizás no te importa o te importa demasiado y lloras como ese día que te dije que nunca seríamos los amantes perfectos y tu estabas tan mareado entre todo ese olor de whisky y mi voz ahogada y atorada que suena como de gallina, tú con tu voz de cigarro y tus manos tan sucias, ¡tan tremendamente sucias entre mis piernas! Me gritabas, me escupías tu miedo y me arrancaste la blusa y yo gritaba pidiéndole auxilio a las nubes nocturnas, auxilio a mi más profunda respuesta ciega de tus peticiones más oscuras.



Las más oscuras...



Fragmento de "Nina"

Yorela B.

lunes, 15 de marzo de 2010

augurio

Y entonces todos arrojamos tazas de café y escupimos al pasto infeliz
todos compramos comida y deshechamos furiosos al inodoro el resto del día
Entonces todos sentimos hormigas recorriendo nuestro cuerpo (en especial el pecho) cuando miramos el cielo raso
cuando escuchamos un ave gritando vida
un silbido de niños corriendo
todos mojamos la punta de nuestro dedo y la introducimos bien
al fondo de nuestro tiempo malgastado
vemos caer leones
gatos
cabezas
coágulos de pintura por la ventana
iluminando
entumeciendo las calles
los árboles
las voces roncas de sol y agua electrificada
Entonces quisimos caer también
nos preguntamos cuántos dedos tenemos
dentro de una cúpula de incienso y cantos que resuenan como ecos en nuestros pechos
mientras todo sigue cayendo en nuestras bocas nuestros hombros atisbados de desconocidos casuales..
después de todo y nada dicho y ya escrito
todo ya es una plastita de arte y mierda
respiración
silencios
espamos y espacios absolutos
y tiempo que se nos reparte embadurnando las manos
comamos
no muy rápido, ni muy solemne
sólo lo necesario
para guardar el secreto entre las muelas...


Yorela B.

viernes, 12 de marzo de 2010

¿Librarme de ti?
especular en tus ojos de piedra
infames
gastados
pintados de muerte marítima
muerte con niebla
silencio sucio del mundo en las orejas
Arranco tu piel de mi piel, casi previniendo el futuro
esperar el fin sin ver el principio
provocados por tus puños de papel
la delgada línea de tu cintura imaginaria
alterada por mi primer encuentro con tu imagen
tan de sal y agua en un trago de golpe, y buenas noches, ¡cierro el mundo!
tu imagen tan risible , amorosa
mórbidamente amorosa

Nos quedamos a enterrar nuestros muertos más preciados
nos quedamos a golpearnos la cara con besos despilfarrados
a vaciarnos las caras en las piernas, doblarlas, conseguir una nueva y pegarla a la cabeza
Seguir añorando tus ojos de piedra pintada falsamente de índigo,
no te rompas
no te desnudes
no me quites el misterio de las manchas que me ciegan
calla un momento y vete a la sombra
donde nadie
ni yo
pueda verte



Yorela B. 12-03-10


jueves, 4 de marzo de 2010

3:32

Estoy aquí entre nueva sombra nocturna
en esta caja que huele a saliva y piel recién bañada.
Me he quitado la bufanda para cubrirme la cara
de tus imágenes y a pesar de la penumbra del sitio
de los sonidos
y la agitación mental
desearía que hubiesen mucha más oscuridad en éste preciso momento.
Me he soltado el cabello (casi como nos gusta morir) dejándolo caer de golpe
como si así pudiese sacarme de la parietal tu risa disminuida, casi un eco dulce
Ahora mismo aprieto los muslos
y estrujo mis piernas contra mi pecho
mi forma fetal
como si la caja estuviese quitándome el espacio
como si todas nuestras palabras regresaran desde muy lejos
para picarme las costillas
la nuca (¡Y saltar!)
apretando contra la esquina, emparedando
casi extasiada del recuerdo
de las manos
de tus labios gruesos cubriendo mi silencio
tapándolo bien
cuidándome de cosas que no existen
sentía crujir mis huesos
sentía tus brazos suaves y pesados
tu respiración a punto de colapsar en un zumbido

la mía contenida
esperando a que mi mandíbula cayera al suelo y escucharas un hueco "Te amo"
al buscar tu lengua
al buscar tu mano
tus suaves manos en mis senos
rompiéndolos con la delicadeza de un crío mamando
buscando algún final
que lo deje más extasiado que la leche materna
El sueño va a triturar mi recuerdo
dejando mis tibios labios en tu cuello
chillando, suspirando
¡no! más bien gritando
¡Abre la maldita caja,llévame
y rompe de nuevo mis costillas!