A las calles le salieron ojos, espiaron nuestro paso cansado,
se llevaron las caricias que aún guardábamos
nos enlodaron los zapatos,la boca, la frente...
Caímos y rodamos
Rodé a la avenida entre danzas de botas y basura
Ese suave pesar de los ojos que se escurren y quedan en el regazo
aguantando una tarde de
flores blancas que se cierran indignadas
lugares de perros ciegos que beben la tierra
Beso unido a la cemento
boca grande que roba el bocado
dedos que ansían la noche que invada sudor
Sólo quedó una adorable sombra impertinente
Era la mía
como la de pocos
boquiabierta y con los pies en espera
Hubo también una sombra que huyó bajo mi blusa
!Pero le cubrí bien!
la escondí de toda Luna y toda ansiedad
Preferible no mirar
la profundidad de la carne
Preferible no discernir entre lo cotidiano y lo bello
Quedarse enlodado y hundirse en la noche
entre la sal y el viernes rojo que nos pintamos entre el cuello y el yugo
Yorela B.
estaba escuchando al Papi Bach mientras leeía tu texto :3
ResponderEliminarbonito bonito como tú.
Pasos enlodados y bocas grandes que se abren al más puro estilo Baudelaire para aspirar un poco de basura y paladear la esencia de esta ciudad que guarda zapatos, caricias y dedos.
ResponderEliminarCalles, perros y secretos que huyen debajo de una blusa de muchacha quizá llamada como algún nombre o como algún rincón entre las piernas de ese alguien que corta sus alas para caer y rodar por las humedades que hoy ya tienen un color distinto al rojo…..
P.D. Con tus palabras me rasco la espalda, me limo las uñas y me delineo los ojos, espero que no le moleste a la escritora tan escatológica confesión pero es que las patitas de sus letras me vuelven loco, sobre todo cuando escribe de labios rosas, flores blancas y secretos negros.