Yo te pregunto a ti, sangre taciturna
¿cuánto por tres cabezas morenas que yacen en la tierra húmeda?
¿Cuánto por esos hombres que de sus uñas nace el lodo y la flor?
Niñas que caen de las ramas de los árboles, sexo urdido a la raíz.
Todos gritan tus voces, pueblo, todo hombre y dama con láminas blancas
láminas rojas
y tú agachando la sombra, sin darte cuenta de cañones y marchas
recojes granos y sueño
No importa, ya
cuánta voz si tu triunfo sigue siendo trabajar con el Sol que quema la nuca
si el sudor te baña para refrescar tu callada garganta
Tortilla de centeno que se hace bola al tragar
curtida mano que alcanza el totol.
!Qué negras piedras que son tus mujeres, tierra de bronce y lágrimas quedas!
No hay más hambre en esos reclamos
sindicatos rojos
Hombres que se dejan la barba larga y abandonan el sofá
para hacer el amor en petate
Si la lluvia lavara el semblante perdido
el hambre de gusanos
y la madre morena
¿Cuántas flores abiertas y cuántos Toños, Rogelios y Margaritas?
Se caen las montañas en manos amargas
hambrunas que caen al musgo quebrado
desnudos pies rotos
desnudo y seco el seno de su pueblo
alimentará dos veces más a sus cosechas.
Yorela B